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| 250 dibujos. Martha es metódica, ordenada y apasionada de lo que hace. “Las aulas son espacios de aire fresco”, asegura (Raimundo Viñuelas/LaVoz). |
Expone obras de sus alumnos que recopiló durante 25 años
Martha Chiarlo es profesora de Plástica y celebra sus bodas de plata con una muestra de arte. Son producciones de los estudiantes que tuvo durante toda su carrera. 28/07/2011 00:01 , por Redacción LAVOZ
Una porción del sentimiento adolescente de los últimos 25 años se resume en una muestra plástica que se abre hoy en el Centro Cultural Casa de Pepino. En sus paredes cuelgan trabajos de 250 alumnos y ex alumnos de la profesora Martha Chiarlo, que decidió festejar sus bodas de plata como docente de Plástica, Educación Artística y Artes Visuales con una exhibición de las producciones en el aula.
“Quiero compartir lo que se puede hacer, mostrar cómo los chicos se acercan al arte, las reinterpretaciones que hacen y, también, reencontrarme con ex alumnos y colegas”, cuenta Chiarlo.
Las figuras humanas en colaje, las naturalezas muertas que se plasman en papel con técnicas innovadoras y la intervención artística sobre la imagen de la Gioconda forman parte de la colección que rescata lo creado por alumnos del Ipem 286 Deán Funes (donde Chiarlo da clases actualmente), del Instituto Domingo Faustino Sarmiento de la localidad de Alicia (1986 a 2006) y del Colegio Gabriel Taborín (2006 a 2010).
“Son joyas artísticas, obras del arte moderno. Es muy valioso”, asegura. A través de las producciones, los chicos desnudan su corazón, su sensibilidad y sus problemas. “Cuando tratamos el tema ‘¿En qué creen los niños?’ vimos que la mayoría de los chicos de colegios públicos tiene creencias religiosas. Uno solo se manifestó ateo y se dibujó él mismo con la naturaleza”.
Martha, también paisajista, fue maestra de muchos adolescentes de 11 a 17 años. Trabajar con ellos, dice, “es un viaje al alma de los chicos”. A través de los colores y la creación, se muestran como son. “No veo grandes cambios en los chicos durante todos estos años. Lo que se observa es que hace 10 ó 15 años era más fácil imponer metodología, y más concentración. Y eso se ve en los trabajos. Ahora los chicos llegan a una rápida síntesis conceptual”, plantea Chiarlo.
Durante años, Martha se empeñó en ensamblar música y plástica con resultados increíbles. No por casualidad muchos de los estudiantes ganaron premios en concursos internacionales, el último de ellos en Eslovenia, el año pasado.
El poder del arte. “Es mi propio festejo de estos 25 años en los que me divertí mucho”, cuenta la docente, que nació en El Fortín, vivió en Alicia, estudió en Las Varillas y trabaja, desde hace unos años, en Córdoba. Durante todo ese tiempo, se entusiasmó con el pintor alemán Arno Stern, y con la experimentación en papeles, témperas y colores. Y los resultados están a la vista.
Para lograr buenos resultados, Martha dice que da consignas claras, distribuye hojas, rezagos que recoge en las imprentas y maderas recortadas que le dona un marquero, y convoca a dos ayudantes en el aula. “Son capaces de hacer cualquier cosa. Son creativos y desinhibidos. El arte les permite expresarse. Me gusta que puedan trabajar con las manos, que lo prioritario no sea lo teórico”, cuenta Chiarlo.
–¿Y qué une a los chicos de ayer y de hoy?
–La rebeldía en todos... la creatividad, el arrojo. A los de ahora les cuesta quedarse sentados y concentrados, pero les das un trabajo y lo hacen.
Para Martha la receta es aprender divirtiéndose. “Todos estos años me dejaron alegría, las aulas son espacios de aire fresco. Los chicos te mantienen activo y te devuelven todo en imágenes”.
“Quiero compartir lo que se puede hacer, mostrar cómo los chicos se acercan al arte, las reinterpretaciones que hacen y, también, reencontrarme con ex alumnos y colegas”, cuenta Chiarlo.
Las figuras humanas en colaje, las naturalezas muertas que se plasman en papel con técnicas innovadoras y la intervención artística sobre la imagen de la Gioconda forman parte de la colección que rescata lo creado por alumnos del Ipem 286 Deán Funes (donde Chiarlo da clases actualmente), del Instituto Domingo Faustino Sarmiento de la localidad de Alicia (1986 a 2006) y del Colegio Gabriel Taborín (2006 a 2010).
“Son joyas artísticas, obras del arte moderno. Es muy valioso”, asegura. A través de las producciones, los chicos desnudan su corazón, su sensibilidad y sus problemas. “Cuando tratamos el tema ‘¿En qué creen los niños?’ vimos que la mayoría de los chicos de colegios públicos tiene creencias religiosas. Uno solo se manifestó ateo y se dibujó él mismo con la naturaleza”.
Martha, también paisajista, fue maestra de muchos adolescentes de 11 a 17 años. Trabajar con ellos, dice, “es un viaje al alma de los chicos”. A través de los colores y la creación, se muestran como son. “No veo grandes cambios en los chicos durante todos estos años. Lo que se observa es que hace 10 ó 15 años era más fácil imponer metodología, y más concentración. Y eso se ve en los trabajos. Ahora los chicos llegan a una rápida síntesis conceptual”, plantea Chiarlo.
Durante años, Martha se empeñó en ensamblar música y plástica con resultados increíbles. No por casualidad muchos de los estudiantes ganaron premios en concursos internacionales, el último de ellos en Eslovenia, el año pasado.
El poder del arte. “Es mi propio festejo de estos 25 años en los que me divertí mucho”, cuenta la docente, que nació en El Fortín, vivió en Alicia, estudió en Las Varillas y trabaja, desde hace unos años, en Córdoba. Durante todo ese tiempo, se entusiasmó con el pintor alemán Arno Stern, y con la experimentación en papeles, témperas y colores. Y los resultados están a la vista.
Para lograr buenos resultados, Martha dice que da consignas claras, distribuye hojas, rezagos que recoge en las imprentas y maderas recortadas que le dona un marquero, y convoca a dos ayudantes en el aula. “Son capaces de hacer cualquier cosa. Son creativos y desinhibidos. El arte les permite expresarse. Me gusta que puedan trabajar con las manos, que lo prioritario no sea lo teórico”, cuenta Chiarlo.
–¿Y qué une a los chicos de ayer y de hoy?
–La rebeldía en todos... la creatividad, el arrojo. A los de ahora les cuesta quedarse sentados y concentrados, pero les das un trabajo y lo hacen.
Para Martha la receta es aprender divirtiéndose. “Todos estos años me dejaron alegría, las aulas son espacios de aire fresco. Los chicos te mantienen activo y te devuelven todo en imágenes”.
1 comentarios:
hola martha!
felicitaciones por todo:
el blog, la nota en el diario, la muestra =) Saludos!!!
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